El hombre y el faisán. Apuntes dispersos a El hombre es un gran faisán en el mundo.

Algunas veces los libros sorprenden, otros sólo quedan abandonadas en el baúl de los recuerdos o en los estantes de los libros olvidados. Sin embargo, ¿qué significa leer? Hace unos días Peña Nieto, virtual candidato del Partido de la Revolución Institucional, tuvo un resbalón divertido que los mexicanos aprovecharon para hacer mofa de ello. El motivo fue confundir autores y libros. Hablar de Peña Nieto es discutir sobre la educación en México que es motivo de otro cuento. Hoy no quiero inmiscuirme en política, debido a que me produce pesar y desgaste mental que, en este momento, no es de interés. Quiero, pues, hablar sobre el significado de la lectura, a raíz de un diálogo que mantuve con  El hombre es un gran faisán en el mundo (Siruela, 2007).

¿Qué es leer?
Leer significa comprender, como también retroalimentarse con la lectura. Es cierto que México es un país con escasos lectores, para comprender el por qué, es necesario ahondar sobre aspectos socioeconómicos, educativos y políticos que no quiero abordar, pues no es el motivo de esta entrada en mi blog. Leer es comprender, decía, no sólo los signos lingüísticos que se nos presente en un texto, vamos a delimitar un poco, literario, sino el contenido del mismo. El cómo y el qué es, acercarse al ser o la esencia de la lectura. Leer es, también, jugar, lanzar los dados o la roca y moverse en y con la rayuela. La lectura es movimiento e implica un ritual donde el precio a pagar es el tiempo y la ganancia el conocimiento. Leer es moverse, comprender, ejercitarse cual gimnasta.
¿Quienes no leen, el conocimiento es paupérrimo? No me atrevo a dar una respuesta contundente, sino darle la vuelta a la misma pregunta. El conocimiento también se esconde en hojas de papel, esperando ser descubierto, un conocimiento intachable que se burla del lector. "El escritor", parafraseando V for Vendette,  "miente para decir la verdad". Una parte del conocimiento se encuentra en los libros y no es que sea paupérrimo el conocimiento de quien no lee, sino incompleto. Claro, matizo la pregunta y, a la vez, la respondo: quien no lee, no entra en contacto con el saber que ocultan las palabras.
Es cierto que la lectura es un ritual y para acercarse a ella se necesita una preparación y una disposición previa. Disponer, poner, pon-er, er.¿Cómo acercar la lectura a un público mayor?: idea que, de por sí, suena a Ilustración. Acercar la lectura, pues ¿qué hacer?

Acercamiento a la lectura
El error de los educadores es tratar la lectura con cientificidad, como un "deber". En lo personal, considero que debe ser tratada como un acercamiento al arte literario, con el plus de que a través de ella se conoce o se sabe más. Claro, para lectores inexpertos se requiere un guía que sugiera lecturas afines a sus necesidades u obsesiones personales. Es decir, mi postura con respecto a la lectura es que si se quiere fomentar, primero, hay que moldear la literatura a los intereses del lector inexperto -sólo por decir un ejemplo: si le gusta los libros de fantasmas, hay que darle libros de terror: Stephen King, Lovecraft, Poe. También, ver la lectura como un placer que educa. Una contemplación educativa, sin asumir una actitud totalmente pedagógica o hedonista, sino una actitud equilibrada.

Herta Müller: escritora que sorprende
Algunas veces me coloco un reto extraño: voy a la biblioteca de la universidad, escojo un libro al azar y lo leo. Con este juego, he descubierto grandes escritores  que no conocía. Tal es el caso de Hanif Kureishi y su libro El buda de los suburbios. Con Herta ocurre algo diferente, aunque similar. Suena contradictorio, es cierto. En un estante de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, encuentro varios libros de la autora y escojo al azar, el juego de tinmaríndedopingüé, El hombre es un gran faisán en el mundo. Lo leí y me fascinó: la construcción de un pueblo en decadencia que sabe a Faulkner, a la literatura hispanoamericana como también a las novelas de Orhan Pamuk. Es una construcción corrupta, bajo un sistema totalitario. Los personajes bailan en el sacrificio de su propio ser para continuar viviendo. Una espiral que envuelve y lleva hacia el infinito inferior.
Novela azarosa, sin más que decir.