Análisis literario

El cantar de los cantaresEl cantar de los cantares o Los cantares de Salomón[1] es un poema al cual debe ser tratado minuciosa y detalladamente porque en sus líneas guarda un gran simbolismo ligado a lo divino y a la naturaleza dominante de la época. El esposo no es un ser terrenal o un hombre, sino que es Yavé, el Dios hebreo. La amada es Israel[2], vestida con una blanca túnica de ovejas que canta por la ansiada y dulce libertad. Es una metáfora doméstica para encarnar el amor que Dios siente por su pueblo, elegido entre muchos otros.
En cada línea de El cantar de los cantares nos encontramos con un mundo antiguo y rural. El paisaje natural donde lo verde reina por doquier. Percibimos que hay un gran patriotismo y amor por la tierra israelí. La comparación del pueblo judío con una yegua, bellamente ataviada, uncida al carro de faraón es una de las frases que a mi parecer es de las más bellas, debido a su gran carga poética y simbólica, pues nos dice de una manera muy bella que el hombre o, en este caso, los hebreos son parte del rebaño sagrado.
Son deliciosas las imágenes porque nos hace ver la relación tan estrecha del hombre antiguo con la naturaleza y cómo él sentía una enorme fascinación y respeto por ella. Es el amor lo que se busca en la obra, la Amada busca el amor del Esposo, una Persona Suprema, el cual él, como nosotros, lo experimenta.
“…En mi lecho en las noches he buscado/ al que mi alma adora, y no le hallado, tornéle a buscar con mayor cuidado”[3]. Lo anterior es un ejemplo de lo que puede causar en nosotros el amor, nos impide conciliar el sueño hasta que estamos cerca de nuestro Amado o cuando ya lo tenemos. Es una dulce descripción de lo que el ser humano le pasa cuando está enamorado de una persona, la cual no lo sabe. Según la Biblia, la búsqueda de la mística cristiana de Dios es amar al otro. Es la búsqueda de alguien a quien amar y que él nos ame.
El momento místico, es decir la unión con Dios se llega cuando se funden dos seres que se aman en un amoroso acto erótico. En este instante, ambos son uno y al mismo tiempo no se separan de su esencia individual. El medio para llegar a ese momento místico es el acto sexual.
Existe una segunda interpretación del poema y es considerar el texto como una obra en el que el rey Salomón le canta a su bella amada en un sentido estilistico y erótico. Cabe señalar que el libro evita cuidadosamente la profanación de este amor, pues el matrimonio entre hombre y mujer es muy sagrado e importante para Dios.
El cantar de los cantares busca despertar, en el lector, las sensaciones descritas, catarlas y disfrutar el sabor dulzón del texto. El erotismo se ve descrita con mágica precisión con elementos naturales. El usar la naturaleza como medio para crear imágenes le da una frescura singular y se alcanza la originalidad que muy pocas veces se presenta. Al terminar mi lectura, fui envuelto con un apacible manto de satisfacción y goce sensorial, acompañado por una visión muy amplia y responsable de lo que nos rodea. Para crear un inmenso mundo, rico en simbolismo mediante animales o plantas (e incluso seres no vivos), es menester estructurarlos correctamente. La lectura de El cantar de los cantares también me invitó a leer la Biblia y ver desde otro punto de vista lo que son los textos que en él hay y la riqueza en simbolos (uno de los tantos motivos por el cual trascendió).
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[1] Los cantares de Salomón en Poesías, Fray Luis de León, España-México D.F, Editorial ALBA, segunda edición 1999
[2] En cada verso nos damos cuenta de la situación política de la comunidad hebrea. Han regresado del exilio pero están bajo el yugo de un pueblo extranjero. Es decir, conforme nos describe cuál es la búsqueda del hombre en el mundo, nos damos cuenta de la situación en la que los hebreos vivían.
[3] Idem. Cap. III pág. 64