El arco con el que tiro a la lira.

La poesía es una manzana que debe ser comida lentamente para disfrutar el sabor y el aroma agridulce que nos va envolviendo conforme leemos cada palabra que nos revela una imagen con un rico simbolismo. La manzana se muerde con la paciencia de un niño que descubre el mundo. La poesía está cubierta por un manto metafórico que debe leerse. La poesía aparece en distintas formas en el ambiente y se degusta diferente. Existen cuentos poéticos como poemas que no contienen nada poético dentro de sus páginas. La manzana poética surge de la tierra, una tierra hecha de palabras e imágenes, que nos describe cómo era (o es) el lugar de dónde surgió.
Octavio Paz se pregunta sobre las diferencias entre poesía y poema y señala, tras una descripción con imágenes, que la primera es el arte en si y la segunda es una de las tantas formas en que aparece dicho arte. El poema es un medio entre las personas para comunicarse y para llegar a construir un poema debe poseerse un conocimiento suficiente, pues sin ella no se llegaría a nada. No se le puede dar una clasificación precisa a los textos poéticos, porque muchas clasificaciones excluyen a unos poemas extraños y por ende la clasificación de los poemas es infinita. Hay maneras para interpretar el texto de un autor: 1) llegar al significado mediante los hábitos verbales del poeta (qué lee o quién es su escritor predilecto) e 2) interpretando los símbolos. Señala Paz que toda nación y todo lenguaje tiene su poesía en particular que el momento y su genio particular les dictan.
A cada paso que damos por las calles de la sociedad cualquier objeto nos escupe palabras artificiales, abstractas o tangibles. Cuando se adquiere un estilo, el poeta deja de ser poeta y tiende a transformarse en un constructor de artefactos literarios que utiliza, adapta o imita el fondo común de su época pero trasmuta todos esos materiales y realiza una obra única. Los poetas son alquimistas que buscan la trasmutación de las palabras (su material) en poesía y también convertir sus poemas en ricas fuentes de imágenes. Es importante señalar que el poeta, en comparación con el prosista, tiene el camino bastante fácil porque el lenguaje hablado está más cerca de la poesía que de la prosa. La literatura es un lienzo que está pintado con las palabras y la importancia del lenguaje se debe a que se tiene que llevar cualquier mensaje a la imagen y a la metáfora. Paz le da énfasis tanto al escritor como al lector, porque un libro no se escribe por si solo, sino que se necesita de alguien. Pero un texto no se convierte en libro cuando no existe un lector que lo lee. Esto nos da una pieza clave para armar el rompecabezas que se reduce a que el lenguaje debe ser el adecuado a la época para atraer lectores. Para ello, el poeta debe tomar una decisión bastante importante: escoger entre un lenguaje que muy pocos o nadie comprenda o elegir aquel el cual la mayoría de los lectores comprendan. La importancia del lenguaje es muchísima, pues forma parte del hombre y éste es el único que posee un lenguaje tan complejo.
En un poema, es esencial tener un buen ritmo (al igual que un lenguaje adecuado) para ganarse lectores y fama. Pero también la imagen es muy básica e importante porque hace que el lenguaje vaya hacia allá, la perfeccioné, pues la imagen es un espejo cuyo reflejo es la misma realidad hecha mensaje.
Un poema se independiza del autor al ser terminado, pues la única que puede decirte el significado es ella misma y, por lo tanto, el autor se convierte en lector. El poema es una bestia que nace y, como todo animal, se aleja de su padre. Por lo tanto, el poeta es abandonado por su propia creación y se vuelve observador como los demás. Para finalizar, el lector recrea la creación, el cual tiene contacto con otros textos.