La muerte de Elizondo.

Falleció el escritor Salvador ElizondoHoy le rinden tributo en Bellas Artes. Depositarán sus cenizas en su casa

El Universal
Jueves 30 de marzo de 2006
A las 20 horas de ayer falleció en su casa de Coyoacán el escritor Salvador Elizondo. El autor de Farabeuf, una de las novelas fundamentales de la literatura mexicana, tenía 73 años.
Su viuda, la fotógrafa Paulina Lavista informó que aunque Elizondo había tenido algunos problemas de salud, estos no eran graves, pero que sufrió un coma hepático y respiratorio alrededor de las 14 horas de este miércoles.
"Ayer (el martes) en la noche estuve platicando con él y estaba muy bien, muy contento porque le acababa de comprar una cama especial", dijo Lavista, quien estuvo casada 38 años con el escritor.
Al momento de su muerte, Elizondo estuvo acompañado por su esposa y sus hijas Mariana y Pía. Su hijo Pablo viajó ayer mismo desde Nueva York para asisitir a los funerales de su padre.
Salvador Elizondo nació en la ciudad de México en 1932. Desde muy joven incursionó en el arte, aunque posteriormente optó por la carrera literaria. En 1960 publicó su primer libro de poesía, y en 1965 presentó Farabeuf o la crónica de un instante, del que en noviembre pasado se celebraron los 40 años de su publicación.
Elizondo, quien por años estuvo reacio a las entrevistas, dijo entonces a EL UNIVERSAL: "Cuando escribí Farabeuf era un joven común y corriente, mexicano, cosmopolita, educado en diferentes lugares del mundo, atormentado, casado y con los problemas naturales de la vida".
Elizondo decidió desde hace tiempo encerrarse en su casa y no salir más, sino dedicar sus horas a escribir. En enero de 2004 le fue quitado el peroné para sustituir el maxilar, lo que anuló su contacto con el mundo.
La velación de su cuerpo se realizará hoy a partir de las 11 de la mañana en una agencia funeraria de Félix Cuevas. Posteriormente el cuerpo será trasladado al Palacio de Bellas Artes donde se le rendirá un homenaje. Y sus cenizas serán depositadas en el jardín de su casa en Coyoacán.



Homenajean a Salvador Elizondo en Bellas ArtesAmigos y familiares acudieron al vestíbulo de este recinto capitalino para dar el último adiós al escritor, quien falleció la víspera

Falleció el escritor Salvador Elizondo
29/03/06
Notimex
El Universal online
Ciudad de México
Jueves 30 de marzo de 2006
17:14 Autoridades de la cultura y diversos escritores rindieron hoy, en el Palacio de Bellas Artes, un homenaje de cuerpo presente a Salvador Elizondo, quien destacó como narrador, poeta y ensayista, y falleció la víspera en su casa, en esta metrópoli.
En el vestíbulo de ese recinto, la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Sari Bermúdez; el director de Difusión Cultural de la UNAM, Gerardo Estrada, amigos y colegas del autor de “ Farabeuf ” y “ El grafógrafo ” , hicieron una guardia de honor y reconocieron la importancia de la obra de Elizondo en la literatura mexicana.
José de la Colina, amigo y compañero de generación del extinto, pronunció un discurso en memoria de Elizondo, quien también destacó como traductor, ganador del Premio Xavier Villaurrutia y además fue miembro del Colegio Nacional, que aglutina a lo más granado de la cultura mexicana.
“Su obra igual que el propio Salvador Elizondo fue siempre entregada hasta el último momento, siempre se mantuvo en el refinado ejercicio intelectual y espiritual de su obra ” , aseveró.
“Heroísmo es la palabra para su caso, no sólo por haberse negado a ser avasallado por el sufrimiento corporal, sino además y sobre todo por su gozoso sacrificio a una escritura que, si ante todo naciera del imperativo de la satisfacción íntima, se halla como ocurre a fin de cuentas con toda gran obra del espíritu destinada a pasar del horizonte de uno, al horizonte de todos ” , agregó De la Colina.
Recordó que innumerables veces se ha señalado la rareza de la obra de Elizondo, cuyos restos mortales entraron y salieron del Palacio de Bellas Artes en medio de aplausos y acompañado por una de sus piezas preferidas, “ Requiem de Mozart ” .
Mucho se ha dicho y señalado de la obra “ elizondiana ” , su condición orgullosamente solitaria, su desarrollo tan aparte de las sabias tradiciones de la literatura del país y su agudo carácter de ruptura, abundó.
“Sabemos que esa obra será finalmente colectada dentro de la tradición mayor y mejor de las letras mexicanas. Los heterodoxos suelen terminar colectados entre los constructores del templo siempre en construcción, es raro el caso de un escritor que comienza desde la perfección ” , manifestó.
De la Colina, quien habló a nombre los hijos y de la fotógrafa Paulina Lavista, viuda de Elizondo, dijo que desde sus primeros trabajos tenía una escritura irreprochable, admirable, como lo confirmaron luego, “ Farabeuf ” y “ Narda y el verano ” .