Entrevista a Elizondo

Les dejo esta entrevista que le hcieron a Salvador Elizondo, antes de que muriera. Que en paz descance.

`Existe el mito de que el editor es un adivino` El empresario sostiene que la literatura no es lejana al mundo administrativo; "Si me pidieran llevar sólo 10 libros a una isla desierta no podría, llevaría muchos más"

Jorge Luis Espinosa
El Universal
Sábado 12 de noviembre de 2005

Cuando niño, René Solís quería ser médico, pero otras apetencias lo condujeron hacia la carrera de administración, y ya como gerente del grupo Aurrerá, a finales de los años 60, recibió una tentadora invitación: trabajar en el mundo editorial.
"Había estudiado administración y trabajaba como gerente de planeación y organización en Aurrerá, cuando Harvey L. Poppel de la revista Expansión me ofreció ser socio de la empresa en 1969. Mi trabajo me gustaba mucho, pero decidí aceptar esa oferta."
Primero trabajó en esta publicación para luego embarcarse en Promexa, lo que más tarde se convertiría en el Grupo Editorial Patria, donde estuvo por dos décadas antes de llegar a Planeta. Ahí, durante siete años, condujo los destinos de esta transnacional. Actualmente es consejero de esta empresa, porque ya se jubiló.
Una carrera en el mundo editorial que hoy por la mañana será coronada con el Premio Juan Pablos Al Mérito Editorial. El presidente Vicente Fox le entregará este galardón dentro del marco de la entrega de los Premios Caniem y la inauguración de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ) que a lo largo de nueve días se desarrollará en el Centro Nacional de las Artes (Cenart).
Entrevistado a propósito de este premio, Solís recuerda que en su infancia nunca se planteó ser editor. "En mi entorno no había nada cercano al mundo editorial, pero al ir creciendo me convertí en un lector feroz, además de que me empezaron a fascinar cosas que tenían que ver con esta industria, como las cartas de autores a sus editores. Y esto, antes de que decidiera ser editor.

¿La literatura no es muy lejana al mundo administrativo?
No lo creo, para nada. Es todo lo contrario. Cualquier empresa está integrada por personas y para mejor comprensión de ellas, para estimularlas y desarrollar sus talentos, uno debe saber algo acerca de la naturaleza humana, y eso no sólo lo da la experiencia, sino la lectura.

¿No es muy árida la carrera de un administrador?
No necesariamente. Tiene también sus retos y hay también un alto grado de satisfacción cuando se alcanza un logro. En todos los trabajos se buscan metas y en una editorial no es nada diferente. Se puede buscar ser el mejor editor de poesía, por ejemplo.

¿Usted encarna la figura del editor gerente, en oposición al editoreditor como lo fue Joaquín Diez Canedo?
Las dos cosas son absolutamente válidas y también son compatibles dentro de una organización. Hay editoriales que tienen separada la función del editor de la del gerente, pero en otras están fusionadas en un solo individuo. Además, el editor puro no existe. Todo editor cuando lee un libro piensa no sólo en lo mucho que le gusta el libro, sino también en cómo hará para hacerlo llegar al mayor número de lectores. No creo en el editor puro así en abstracto, porque sería como un señor que lee un libro, le gusta mucho y luego lo tira.

¿Por qué se tiene una visión tan poco romántica del editor gerente, como si fuera nada más un comerciante?
Porque la figura del editor está mitificada. Se le ve casi como un adivino en el sentido griego, alguien que tiene el don de detectar cuáles son los grandes escritores, algo que tampoco es muy difícil de hacer.
"Si uno tiene una preparación y un cúmulo de lecturas que han permitido formar un criterio, no es muy complicado distinguir El código Da Vinci de las tragedias de Sófocles.

¿Cuáles son sus libros favoritos?
Ana Karenina, El guardian en el centeno, La cartuja de Parma, Rojo y negro, Las flores del mal. Soy un stendhaliano totalmente. Si me pidieran que sólo llevara 10 libros a una isla desierta no llegaría, porque llevaría muchos más y la embarcación se hundiría.

¿Qué libros se enorgullece de haber editado?
De todos los que he editado, porque cada vez que lo hago pienso en los lectores que llegarán a ellos. Todos los libros cumplen una función, la de incentivar el gusto por la lectura. Sólo los verdaderamente malos no la cumplen.

¿Cuáles son los retos de la industria editorial mexicana?
Contar con más lectores, atraerlos. Es el reto permanente de cualquier editor: buscar más lectores.