martes, 26 de mayo de 2009

El rinopardo que comió la cabeza del mandril


Había una vez un gran rinoceronte blanco con piel de leopardo que devoró la cabeza de un mandril con piernas de lechuza. El cráneo se le atoró en la garganta y desde el interior le gritó un coctel de insultos monescos. El rinopardo se sacudió para que su presa se golpeara contra las paredes de la garganta durísima y estrecha. El cuerpo del mandril se levantó y del suelo cogió una rama puntiaguda y con ella abrió la garganta para recuperar lo perdido.

2 comentarios:

єϊэ ΡατϊβϋЅ єϊэ dijo...

Hola Adso!
Pues que te puedo decir, me gusto :D
Aunque la imagen del chango/mandril con el palo, se me hizo re ruda (si soy nena :P) me gusto :D
te mando saludillos :D
Pancho xD xx

Mastodonte dijo...

Hey Adsooo...está muy sabroso tu cuentito, lleno de imágenes muy mezcladas amigo, te rifas!

un abrazo

besos

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