Me llamo Rojo

"Encontrad al hombre que me asesinó y os contaré todo lo que hayen el otro mundo" es la frase tan penetrante y cautivadora que tiene en la portada de "Me llamo rojo", del nobel de literatura del 2006: Orhan Pamuk. Hablar de esta novela negra es adentarnos en un mundo muy complicado que nos cuenta la investigación que el protagonista realiza para descubrir quién es el asesino y, al mismo tiempo, se desvela con una precisión deliciosa la historia iconográfica del Imperio Turco-Otomano; vivimos en carne propia el esplendor y la decadencia de esta civilización. Esta obra me hace recordar la obra de Eco, "El nombre de la rosa", que va por una linea similar, incluso hay una escena de "sacrificio" muy emotivo que es parecida a lo que el monje hace en la abadía.

La cultura otomana se refleja muy bien y nos da una efímera visión de lo que es el Islam, claro que no es lo suficiente como para comprenderlo todo, porque esta religión es muy compleja como otras religiones. Mas eso sí, es muy interesante.

No quiero ahondar de lo que trata el libro, porque quiero dejar un halo de misterio y tratar de despertar interés. Sólo diré que el sultán desea hacerle un regalo al duque de Venecia para mostrarle la grandiosa belleza del imperio Turco, pero hay un detalle; el sultán quiere inmortalizarse con un retrato suyo, como muchos que viven en Occidente. Pero ocurre algo, uno de los realizadores es asesinado y éste pide venganza para que su alma descanse en paz. ¿Quién fue?, ¿el amante lejano?, ¿el jeque?, ¿los hombres del violento religioso?, ¿otros iluminadores del taller?

Descubrelo por ti mismo y verás que no te defraudara, porque es una novela inteligente que te mantiene al borde del suspenso y te da conocimiento sobre arte otomano e islamismo.